Otro
gráfico muy clarificador en relación con este asunto se ha publicado en Zero
Hedge el pasado 4 de junio:
http://www.zerohedge.com/news/2014-06-04/steve-liesman-debt-bridge-working-hard-playing-hard-america
Recordemos
los anteriores posts:
y las anteriores conclusiones:
“Al incremento del PIB que se consigue por añadir 1 dólar de
nueva deuda a la economía se le denomina productividad marginal de la deuda.
Esa relación es lo único que importa a la hora de juzgar la calidad de la
deuda. Después de todo, el objetivo que se persigue al contraer deudas es
incrementar la productividad. Así que, si el volumen de la deuda aumenta con
más rapidez que la renta nacional, resulta que se está preparando un gran
problema que únicamente la productividad marginal de la deuda es capaz de sacar
a la luz.” (Antal E. Fekete)
The increase in GDP
brought about by the addition of $1 of new debt to the economy is called the marginal
productivity of debt. That ratio is the only one that matters
in judging the quality of debt. After all, the purpose of contracting debt is
to increase productivity. If debt volume rises faster than national income,
there is big trouble brewing, but only the marginal productivity of debt is
capable of revealing it.
“Sin embargo, el ratio significativo y que hay que observar es
la relación
entre deuda adicional y PIB adicional, o la cantidad del PIB que se ha generado
con la creación de 1 dólar de nueva deuda. Es este ratio el que
determina la calidad de la deuda. Cuanto mayor sea este ratio (PIB adicional /
Deuda adicional) más éxito están cosechando los empresarios en aumentar la
productividad, que realmente es la única justificación válida para el
endeudamiento.
En cambio, una caída importante en ese ratio es una señal peligrosa de que la calidad de la deuda se está deteriorando, y de que incurrir en deuda adicional no tiene ninguna justificación económica. El volumen de deuda está creciendo más rápido que la renta nacional, y el capital que apoya la producción se está erosionando rápidamente. Si, como en el escenario más pesimista, el ratio cae en zona negativa, el mensaje es que la economía está en curso de colisionar y que un crash es inminente. Es decir, no sólo es que la deuda no aporte nada al PIB sino que, de hecho, genera una mayor contracción económica, incluyendo un mayor desempleo. El país se está comiendo las semillas de maíz, y el resultado es que el capital acumulado puede esfumarse antes de que te des cuenta. La acción inmediata es absolutamente necesaria para parar la hemorragia, o el paciente se desangrará hasta morir.
Los Keynesianos están atentos del ratio incorrecto, el de la deuda sobre el PIB. No es extraño, pues, que constantemente se extravíen, de ahí que no se percaten de las señales de peligro, una detrás de otra. Están navegando en la oscuridad con la ayuda del equipamiento náutico equivocado. Están administrando la medicina equivocada. Su ambulancia es incapaz de diagnosticar la hemorragia interna que debe pararse para evitar que el paciente llegue muerto.” (Antal E. Fekete)
En cambio, una caída importante en ese ratio es una señal peligrosa de que la calidad de la deuda se está deteriorando, y de que incurrir en deuda adicional no tiene ninguna justificación económica. El volumen de deuda está creciendo más rápido que la renta nacional, y el capital que apoya la producción se está erosionando rápidamente. Si, como en el escenario más pesimista, el ratio cae en zona negativa, el mensaje es que la economía está en curso de colisionar y que un crash es inminente. Es decir, no sólo es que la deuda no aporte nada al PIB sino que, de hecho, genera una mayor contracción económica, incluyendo un mayor desempleo. El país se está comiendo las semillas de maíz, y el resultado es que el capital acumulado puede esfumarse antes de que te des cuenta. La acción inmediata es absolutamente necesaria para parar la hemorragia, o el paciente se desangrará hasta morir.
Los Keynesianos están atentos del ratio incorrecto, el de la deuda sobre el PIB. No es extraño, pues, que constantemente se extravíen, de ahí que no se percaten de las señales de peligro, una detrás de otra. Están navegando en la oscuridad con la ayuda del equipamiento náutico equivocado. Están administrando la medicina equivocada. Su ambulancia es incapaz de diagnosticar la hemorragia interna que debe pararse para evitar que el paciente llegue muerto.” (Antal E. Fekete)
However, the
significant ratio to watch is additional debt to additional GDP, or the
amount of GDP contributed by the creation of $1 in new debt. It is this ratio
that determines the quality of debt. Indeed, the higher the ratio, the
more successful entrepreneurs are in increasing productivity, which is the only
valid justification for going into debt in the first place.
Conversely, a serious
fall in that ratio is a danger sign that the quality of debt is deteriorating,
and contracting additional debt has no economic justification. The volume of
debt is rising faster than national income, and capital supporting production
is eroding fast. If, as in the worst-case scenario, the ratio falls into
negative territory, the message is that the economy is on a collision course
and crash in imminent. Not only does more debt add nothing to the GDP, in fact,
it causes economic contraction, including greater unemployment. The country is
eating the seed corn with the result that accumulated capital may be gone
before you know it. Immediate action is absolutely necessary to stop the
hemorrhage, or the patient will bleed to death.
Keynesians are
watching the wrong ratio, that of debt-to-GDP. No wonder they constantly go
astray as they miss one danger signal after another. They are sailing in the
dark with the aid of the wrong navigational equipment. They are administering
the wrong medicine. Their ambulance is unable to diagnose internal hemorrhage
that must be stopped lest the patient be dead upon arrival.
marginal
productivity of debt