viernes, 4 de mayo de 2012

Oro como seguro

Oro como seguro. Gold as an insurance.

Mejor dicho, oro físico como seguro.


Párrafos diversos de Antal E. Fekete:

      Con respecto al oro me opongo a usar la palabra ‘inversión’. Desde mi punto de vista, tener metales monetarios no es invertir, sino algo más parecido a contratar una póliza de seguro. No creo que los otros metales preciosos (o las piedras preciosas, para el caso) sean una buena inversión por falta de liquidez. Por lo que respecta a los metales monetarios como el oro o la plata, una persona bien aconsejada compraría una cierta cantidad, por pequeña que sea, de forma rutinaria, cada mes, con independencia de su precio. Uno tiene que ver estas compras como lo hace con los pagos mensuales de su seguro. La analogía es adecuada. Si nunca tiene que usar su póliza de seguro, mucho mejor.

      La gente tiende a ignorar el hecho de que un avance más lento del precio del oro les da la oportunidad de reforzar su seguro, una oportunidad que muchos de ellos, obviamente, necesitan.

      ¿Qué puede hacer la gente para protegerse en este momento?. Además de rezar y de mantener la esperanza, deberían cancelar sus deudas y seguir acumulando monedas de oro y plata, comprándolas cada vez que se presente debilidad en el precio. También podrían acaparar billetes de la Reserva Federal y billetes del Banco Nacional Suizo de pequeñas denominaciones, en cantidad correspondiente a sus necesidades durante un máximo de dos años. Mantener dinero en el depósito en un banco no es recomendable bajo ninguna circunstancia. Y, no lo olvidemos, deben sacar provecho de sus pólizas de seguro.

      El oro no debe considerarse como un canal de inversión o como un elemento de especulación. Debe ser visto de la misma manera que se mira una póliza de seguro de incendio: tú la compras, la guardas en un lugar seguro y esperas que la casa no se incendie.

      Vender el oro después de un aumento en el precio del oro es similar a cancelar un seguro contra incendios después de haber sobrevivido ilesos de un devastador incendio que destruyó viviendas y propiedades en el vecindario. Se puede predecir con seguridad que el aumento de los precios del oro traerá consigo un montón de ventas por gente confundida, como si el seguro contra el riesgo de colapso del sistema monetario internacional ya no fuera necesario después de una caída inicial en el valor en oro de las divisas de papel.

      La razón de este comportamiento ilógico es la codicia que, a menudo, es mayor que el deseo de seguridad. Una gran parte de la población que compra oro está motivada por la mentalidad de "hacerse rico rápidamente" más que por la mentalidad de ser titular de una póliza de seguro. Este tipo de comportamiento no debe detenernos aquí. Sabemos que había pasajeros a bordo del Titanic dispuestos a vender sus salvavidas por dinero en efectivo.

      .... El oro, y sólo el oro, está cualificado como un instrumento de cobertura de los activos de papel. Cada inversor se debe proporcionarse a sí mismo un nivel adecuado de seguro contra los riesgos que acechan sobre el valor de las inversiones de papel. Pero, a menos que este seguro consista en oro físico en poder del propio inversor en sus propias instalaciones, será ineficaz.

      La mejor política en cuanto a este seguro es comprarlo y "olvidarse de ello". Sin arrepentirse si nunca surge la ocasión para cobrar la indemnización del seguro. No es una pérdida: debe ser considerado como una ganancia.

      Un sencillo plan de acumulación de oro, con miras a llegar a un equivalente de cobertura de oro de un 10-15% del patrimonio neto, con adiciones mensuales, será suficiente, con la salvedad de que es preferible para aumentar la cobertura cuando el precio del oro ha bajado.

      Los inversores de oro, por lo general, se ponen nerviosos al escuchar los rumores de que la volatilidad en el precio del oro indica que el valor del oro se ha vuelto inestable. Se olvidan de que no es el oro lo que es inestable sino el dólar en el que cotiza el precio del oro. El oro ha sido, es y será el paradigma de la estabilidad. En última instancia, el precio al que usted ha comprado sus coberturas no es importante.

      Compre de forma anónima y no hable de ello. No se preocupe si usted no puede vender de forma anónima: no va a vender, al igual que usted no va a cancelar su póliza de seguro contra incendios mientras sea dueño de la casa. No se preocupe por los impuestos sobre las ganancias de capital sobre el oro que usted tiene como cobertura contra los activos de papel. Dado que nunca vende, no incurre en responsabilidad fiscal. En cualquier caso, los beneficios en sus coberturas de oro nunca deben ser considerados como beneficios. Deben ser considerados como anticipos de los pagos de compensación del seguro por las pérdidas esperadas. Sería absurdo tomar estos "beneficios" y gastarlos. Estas pérdidas pueden desaparecer, junto con las ganancias del oro, creando la impresión de que sus coberturas no funcionan. Las coberturas si funcionan pero los resultados deben ser interpretados correctamente. Las ganancias vendiendo el oro equivalen a la cancelación de la póliza de seguro antes de tiempo. La gran prueba está todavía por delante. La crisis no ha terminado ni mucho menos.

      El oro es el único activo financiero que se puede equilibrar un pasivo sin aparecer como pasivo en el balance de alguien más. Ese alguien más puede quebrar dejándole a uno en la estacada. Esto hace que el oro sea el último agente en una cartera de seguros. No tiene mucho sentido hablar sobre los resultados diarios de una póliza de seguro. El resultado se produce después de que se produce el desastre.

      El capital financiero del mundo, denominado como está, en dólares, está en peligro de desaparecer. Sólo hay una manera de tomar un seguro contra esta contingencia: la compra de oro. Como ya he explicado anteriormente, la razón se puede encontrar en el concepto del oro en la hoja del balance. El único activo financiero que sobrevivirá cualquier consolidación de balances, cualquier impago, cualquier devaluación, cualquier depreciación, es el oro.

      No es demasiado tarde para establecer coberturas con oro como seguro de su cartera de inversión. Los inversores privados e institucionales (incluyendo los fondos de pensiones y las compañías de seguros) tienen inversiones a proteger de un valor de unos 180 billones de dólares. En la actualidad, destinan menos de 600.000 millones de dólares en oro de inversión como cobertura para el seguro de su cartera de inversión. (Tenga en cuenta que las acciones de minería de oro no sirven para este fin). En otras palabras, sólo alrededor del 0,33% de todas las inversiones están protegidos por coberturas de oro, mientras que más del 99% está desprotegido. Aunque se trata de una sobreestimación porque la mayoría de las carteras protegidas están fuertemente invertidas en oro, dejando mucho menos oro a las carteras más desprotegidas. Sea como fuere, si los inversores globales deciden asignar incluso un modesto 3% de sus activos para comprar un seguro de su cartera de inversiones, la consecuencia sería que unos 6 billones de dólares de activos de papel se precipitarían a por oro de inversión por valor de 0,6 billones de dólares al precio actual del oro. Esto significa diez ofertantes por cada onza de oro disponible. El seguro de la cartera de inversiones todavía es barato, pero el coste puede subir, con rapidez, 10 veces o más, una vez que se inicie la estampida.

      Para los entendidos, el oro es una póliza de seguro cuya importancia se incrementa con los peligros e incertidumbres crecientes en el mundo con el paso de cada día. El precio del oro es de importancia secundaria. Un precio bajo del oro, simplemente significa que el seguro está, temporalmente, barato. ¿Por qué es barato? Para decirlo sin rodeos, es barato porque los tontos están vendiendo su salvavidas mientras miran el iceberg que está a punto de golpear el "insumergible" Titanic. Sin embargo, mientras algunas personas están dispuestas a aferrarse a sus salvavidas, el oro no puede ser desmonetizado mediante ilusiones.

Conclusiones principales, viendo los párrafos anteriores de Antal E. Fekete:

      El seguro consiste en poseer metales monetarios (oro y plata) e ir reforzando la posición.

      Hay que comprarlos de forma anónima sin comentárselo a nadie, guardarlos en un lugar seguro, olvidarse de ellos y esperar a que “la casa no se incendie”.

      Aún no es tarde.

      Su precio de compra no es importante.

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Various comments from Antal E. Fekete:

      I take exception to your use of the word “investing”. To my way of thinking holding monetary metals is not investing but more like taking out an insurance policy. I don’t think the other precious metals (or stones, for that matter) make good investment for lack of liquidity. As far as the monetary metals, gold and silver, are concerned, you would be welladvised to buy a certain amount, however small, every month routinely, regardless of the price. You should look at these purchases as you do on your insurance premium payments due monthly. The analogy is apt. If you never need to collect on your fire insurance policy, well, so much the better.

      People tend to ignore the fact that a more slowly advancing gold price would give them the opportunity to shore up their insurance, an opportunity that so many of them obviously need.

      What can people do to protect themselves at this time?. Other than praying and hoping, they could get out of debt and keep accumulating gold and silver coins, buying on every weakness in the price. They could also hoard Federal Reserve notes and the notes of the Swiss National Bank of small denominations, in amounts corresponding to their needs for up to two years. To keep money on deposit in a bank is not advisable under any circumstances. And, let’s not forget, they should cash in on their life insurance policies.

      Gold should not be considered as an investment outlet or an item for speculation. It should be looked upon the same way as you look at your fire insurance policy: you buy it, lock it up in a safe, and hope that your house will not burn down.

      Selling gold after a surge in the gold price is akin to canceling fire insurance after surviving unscathed a devastating fire destroying homes and property in the neighborhood. It can be confidently predicted that higher gold prices will bring out a lot of selling by woolly-thinking people, as if insurance against the danger of collapse of the international monetary system were no longer necessary after an initial tumble in the gold value of paper currencies.

      The reason for this illogical behavior is greed that is often greater than the desire for security. A large part of the gold bug population is motivated by „get-rich-quick” mentality more than by the mentality of insurance policy holders. This type of behavior should not detain us here. We do know that there were passengers aboard the sinking Titanic willing to sell their life-savers for cash.

      ….gold, and only gold, qualifies as an instrument of hedging paper assets. Every investor owes it to himself to provide an adequate level of insurance against risks that prey upon the value of paper investments. But unless this insurance consists of physical gold held by the investor himself on his own premises, it will be ineffective.

      The best policy concerning insurance is to buy it and "forget about it". No regrets if the occasion to collect insurance compensation never arises. It is not a loss: it should be looked at as a gain.

      A simple gold-accumulation plan, aiming at a gold hedge equivalent to 10-15 percent of net worth, with monthly additions will suffice, with the proviso that it is preferable to increase the hedge when the gold price is down.

      Gold investors typically get nervous as they listen to rumors that the volatility in the price of gold indicates that the value of gold has become unstable. They forget that it is not gold that is unstable, but the dollar in which the gold price is quoted. Gold has been, is, and will be the paragon of stability. Ultimately, the price at which you have purchased your hedges is unimportant.

      Buy anonymously and don't talk about it. Don't worry that you can't sell anonymously: you are not going to sell, just like you are not going to cancel your fire insurance policy as long as you own the house. Don't worry about capital gains taxes on your gold that you hold as hedges against paper assets. Since you never sell, you never incur a tax liability. At any rate, those so called profits on your gold hedges should never be considered as profits. They should be looked at as advances on payments of insurance compensation for anticipated losses. It would be foolish to take these "profits" and spend them. Those losses may disappear, together with the gold profits, creating the impression that your hedges don't work. They do, but the results have to be interpreted correctly. Spending gold profits is tantamount to canceling the insurance policy prematurely. The big test is still ahead. The crisis is not over, not by a long shot.

      Gold is the only financial asset that can balance a liability without itself showing up as a liability in the balance sheet of someone else. That someone else may happen to default, leaving one holding the bag. This makes gold the ultimate agent of portfolio insurance. It makes little sense to talk about the day-to-day "performance" of an insurance policy. Performance comes after disaster has struck.

      The finance capital of the world, denominated as it is in dollars, is in danger of being wiped out. There is only one way to take out insurance against this contingency: buying gold. As I have explained above, the reason can be found in the balance-sheet concept of gold. The only financial asset that will survive any consolidation of balance sheets, any default, any devaluation, any depreciation is gold.

      It is not too late to set up gold hedges as portfolio insurance. Private and institutional investors (including pension funds and insurance companies) have investments to protect worth some $180 trillion. Not more than $600 billion worth of gold bullion is presently earmarked as hedges for portfolio insurance. (Note that gold-mining shares are not eligible for this purpose.*) In other words, only about one-third of one percent of all the investments is protected by gold hedges while more than 99 percent is unprotected. Even this is a gross overestimate because most of the hedged portfolios are heavily overweight in gold, leaving that much less gold for the unprotected and thinly protected ones. Be that as it may, if global investors decided to allocate even a modest three percent of their assets to purchase portfolio insurance, the consequence would be that $6 trillion paper assets would be chasing gold bullion worth $0.6 trillion, or one-tenth, at the present price of gold. This means ten bidders for every ounce of gold available. Portfolio insurance is still cheap, but the cost may quickly go up ten-fold or more, once the stampede starts.

      For the prudent, gold is an insurance policy the importance of which increases with the dangers and uncertainties growing in the world with the passing of every day. The price of gold is of secondary importance. A low gold price simply means that insurance is momentarily cheap. Why is it cheap? To put it bluntly, it is cheap because foolish people are selling their life-savers while staring at the iceberg which is about to hit the "unsinkable" Titanic. However, as long as some people are willing to hold on to their life savers, gold cannot be demonetized through wishful thinking.

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